¿Qué sería del mundo sin los tacos? Nos hacen felices e incluso salvan vidas.
Así pasó con un chavo deprimido que decidió terminar con su vida arrojándose de un puente en el cruce de Ticomán e Insurgente en la CDMX, pues volvió a ver la luz gracias a una orden de tacos surtidos.
Y es que el joven intentó saltar dos veces pero la policía se lo impidió y como andaba bien borracho, decidieron invitarlo a cenar para que pensara con claridad y se sintiera mejor. Barriga llena, corazón contento.
De acuerdo con los azules, el joven dijo ser originario de Guerrero y andar solo por el mundo, por ello estaba tristón y quería morir.
Pero obviamente después de chutarse su platote de tacos sabrosos, se sintió mejor y fue llevado a una agencia para recibir atención psicológica.
Aquí el recuento de lo que pasó:
Con información de Azteca Noticias.