Desde hace muchos años, los enfermos mentales no son bien vistos en distintas sociedades, donde se les estigmatiza y se les ve como sujetos de prueba.
La historia nos ha demostrado que quienes son diferentes tienden a sufrir y más cuando la ignorancia se hace presente.
Aunque no lo crean, aún existen lugares, como Indonesia, donde se piensa que las enfermedades mentales son en realidad posesiones demoníacas y se les combate de esta manera.
En este país son tratados como escoria. A quienes padecen estas enfermedades, se les excluye, tortura y hasta enjaula en busca de una cura que no está en la violencia y los malos tratos.
También se les encierra y encadena peor que a perros, dejándolos casi a su suerte y en espera de un milagro que alivie sus males.
Por ser diferentes, “merecen” vivir como animales, en el suelo, entre la suciedad, lodo y sin ventanas.
Se estima que hay más de 19 millones de personas con problemas psicosociales en Indonesia, cuyo único diagnóstico es “locura”. Su tratamiento no parece llevar algún remedio posible y las consecuencias son horribles y saltan a la vista.
¿Cuándo se dejará de combatir al demonio para comenzar a luchar contra la ignorancia?
Con información de Cultura Colectiva.