Un tratamiento en el gen específico del feto podría ser la clave para evitar el desarrollo del Síndrome de Down.
Investigadores de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey publicaron un estudio en la revista Cell Stem Cell, donde se presume el proceso de la investigación que los llevó a tan chido descubrimiento.
Se realizaron dos modelos experimentales: un modelo ‘organoide’ 3D del cerebro y un modelo de cerebro de ratón con células humanas implantadas.
Con este último observaban el desarrollo cerebral temprano relacionado con el síndrome de Down.
Resulta que el gen OLIG2 del cromosoma 21 es muy importante, pues se trata de un “excelente objetivo terapéutico prenatal para revertir el desarrollo anormal del cerebro embrionario, reequilibrar los dos tipos de neuronas en el cerebro excitadoras e inhibitorias, y un equilibrio saludable, además de mejorar la función cognitiva postnatal“, explicó Peng Jiang, autor principal de la investigación.
Los especialistas esperan que el mismo principio se puede ocupar para tratar otros trastornos del desarrollo neurológico, como el trastorno del espectro autista. Y si corremos con suerte podría conocerse a profundidad los mecanismos del Alzheimer. ¡Vientos!